EL SINDROME DE ASPERGER EN UN ALUMNO
El síndrome de Asperger
lleva asociada una alteración neurobiológica y se enmarca como un trastorno del
desarrollo que se incluye dentro del espectro autista y que afecta la
interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal, una
resistencia para aceptar el cambio, inflexibilidad del pensamiento, etc. Las
personas con este síndrome son, generalmente, extremadamente buenos en las
habilidades de memoria (hechos, figuras, fechas, épocas, etc.) Dentro de
padecer el síndrome hay rangos de severidad de síntomas. De hecho, os niños
apenas afectados a menudo resultan no diagnosticado y se les tacha de raros o
excéntricos.
A pesar de que el síndrome
de Asperger es mucho más común que otros tipos de autismos, sigue siendo una
condición rara y pocas personas, incluyendo profesionales, saben sobre ella;
encuentran dificultad en hacer amigos, no entienden las pistas sutiles
necesarias para esto. Son más felices sin ganan y les alaban,
pero, la imperfección y la crítica les resulta difícil de sobrellevar. Además,
suelen tener mal comportamiento proveniente de la inhabilidad para comunicar
sus frustraciones y ansiedades, por lo que necesitan cuidado, paciencia y
comprensión.
Por estas razones
enumeradas anteriormente, si una persona que padece el síndrome asiste a clase
de un instituto “normal” al igual que el resto de sus compañeros que no padecen
este síndrome, sería necesario conocer el diagnostico de esa persona. En mi
opinión, si toda la clase sabe estas condiciones pueden, primero informarse de
ello para evitar el malestar del que lo padece; y luego, intentar mejorar
notablemente la vida escolar de esta, ayudándole con las habilidades sociales.
En especial, el profesor sí que debería saberlo y tenerlo en cuenta a la hora
de elegir las técnicas de aprendizaje, la forma de llevar la clase, y hacer que
sea entendido por todos los alu
mnos lo que se está impartiendo.
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